Boletín 195
- La disminución de camas de ginecología y obstetricia tiene que ver con el cierre de servicios en varios municipios del Área Metropolitana y con la alta demanda de servicios en el Departamento.
- En Colombia, nacieron vivos 569 mil niños el año pasado.
- Medellín ha atendido alrededor de 8.096 partos con corte a mayo de este año, lo que corresponde a 1.700 al mes. Según Concejales que propusieron la invitación, preocupa la situación del área materna infantil a la cual se le destinan muy pocos recursos.
Hay déficit de camas de ginecología, obstetricia y perinatología en la ciudad y tiene que ver con que, en municipios como Bello, por ejemplo, no hay una sola institución médica que atienda partos, indicó el concejal proponente de la invitación, Luis Bernardo Vélez.
Agregó que, son las mujeres pobres y sus hijos quienes están enfermando y muriendo por falta de atención y no ha existido voluntad política para atender estos casos. Para el concejal Vélez se debe recuperar la formación de médicos generales para que atiendan los partos y se establezcan tarifas adecuadas, además, abrir los servicios maternos en Manrique y los demás de Metro Salud.
Por su parte, el concejal Fabio Humberto Rivera, segunda bancada en esta invitación, propuso que las tarifas de atención estén por debajo de la tarifa técnica. Indicó que es urgente revisar los manuales tarifarios y hacer acuerdos entre el Ministerio de Salud y la Academia, y concluyó que existen 52 puestos de atención en Metrosalud y no dan abasto.
El Estado debe garantizar que las IPS públicas deben ser subsidiadas, los servicios de salud cuestan, y si no lo entendemos, siempre los vamos a tener desfinanciados, aseguró Rivera. Igualmente, aseguró para entregarle a Metrosalud maquinarias, camas o ambulancias, no se necesita una ley, sino dotación, desarrollo tecnológico, presupuesto del Departamento y de la Nación.
Funcionarios de la Administración y entes de control se refirieron a la situación en los servicios de ginecología y obstetricia, entre ellas, la secretaria de la Mujer, Angélica Ortiz, hizo referencia a la violencia de género como problema cultural donde no se reconocen los derechos de la mujer. El parto digno y humanizado es un derecho fundamental de las mujeres, pero la suspensión o término del embarazo también lo es, aseguró.
De otro lado, Mayelis de la Rosa, secretaria de Salud encargada, explicó que, si no se tienen los recursos clínicos, no se pueden mejorar los servicios, añadió que la excesiva normatividad restringe el que hacer del personal de salud. Medellín atiende alrededor de 8.096 partos con corte a mayo de este año, lo que corresponde a 1.700 partos al mes y cuando llegan usuarios se debe calcular el riesgo beneficio, pero es imperante garantizar que las maternas pueden ser atendidas, puntualizó.
Por su parte, Valentina Sosa, gerente de Metrosalud, indicó que la prioridad es tener una maternidad segura y que la capacidad instalada está siendo subutilizada por los requerimientos técnicos que indica la Resolución 3100 donde se tiene que garantizar una sala de partos o un quirófano para las cesáreas, lo cual exige un gran número de materiales y especialistas que implica unos costos que ponen en riesgo la oportunidad, la seguridad y la atención para la población materna.
Finalmente, el coordinador del Observatorio de la Personería del Distrito de Medellín, Jilmar Rentería, indicó que este año se han recibido 14 acciones constitucionales alusivas a la no garantía de atención en salud a mujeres en embarazo, lo que da cuenta, en parte, de la grave crisis en servicios de ginecología y obstetricia por falta de camas y cierres de servicios maternos y perinatales en Medellín.
La crisis que enfrenta hoy la ciudad se ve afectada por la presión de todo el Valle de Aburrá en la atención de partos. Según Manuela Restrepo Silva, abogada Especialista en Derecho Constitucional y Activista por los Derechos de la Mujer, son sin duda las mujeres y las familias más vulnerables son las que se ven afectadas con este cierre de camas y atención a partos. A ello se suma el mal servicio que afecta a familias y personal de salud, dando como resultado, flagelos como la violencia obstétrica.
Por otra parte, Wilmar Alonso Alcaraz, director asistencial de la Clínica Bolivariana, donde se atienden 450 partos al mes, señaló el aumento desbordado en el número de atenciones, el cual es preocupante ya que en el corto plazo no se podrán atender a todos los pacientes. La Clínica Bolivariana es la segunda que atiende más partos en la ciudad, después de la Clínica el Prado que atiende alrededor de 1.000 partos al mes.
Se requiere una reforma estructural del sistema de salud y esta ciudad tiene que hacer parte del debate, expresó Gonzalo Vélez, de la colectividad Asmedas, agregando que, se convirtió a la salud y la vida en una mercancía que tiene precio.