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Retos y oportunidades para el futuro del Metro de Medellín

  • Expansión en marcha: adquisición de 13 nuevos trenes y más vehículos para mejorar el servicio, es el reto de la entidad. 
  • El Metro de Medellín es la columna vertebral del transporte.

 

El Metro de Medellín, columna vertebral del transporte y eje fundamental de la Administración, fue el centro del debate en el cual los Concejales y la comunidad expusieron su preocupación por los desafíos financieros, operativos y de expansión que enfrenta el sistema, vital para la movilidad de millones de ciudadanos.

 

Comunidad presente en el recinto expresó su preocupación por el deterioro de los entornos del Metro y se denunciaron problemas de erosión, vandalismo y falta de mantenimiento en zonas verdes, plazoletas y andenes. También se reportaron fallas en la infraestructura hidráulica en algunos sectores por lo que pidieron la implementación de un plan integral de recuperación y mejoramiento de estos espacios.

 

Además, indicaron que el Metro de Medellín es clave para la movilidad de la ciudad, pero enfrenta retos en su operación, expansión y mantenimiento, por eso es necesario verificar la calidad y proyección financiera, el mantenimiento y la oportunidad de sus servicios.

 

El concejal Andrés Tobón, primera bancada citante, abrió el debate con una pregunta crucial ¿estamos garantizando un Metro que realmente mejore la calidad de vida de los ciudadanos? A pesar de contar con un robusto fondo de estabilización tarifaria, cuestionó que estos recursos no se están destinando a la expansión del sistema, como el esperado Metrocable de San Antonio de Prado, además, alertó sobre la baja ejecución presupuestal, que en 2024 apenas alcanzó el 39,7%, a pesar del crecimiento en la planta de personal.

 

Continuó precisando que, si la expansión del Metro es una prioridad real, si el crecimiento del sistema es clave, es necesario acelerar el desarrollo y mejorar sustancialmente su mantenimiento, porque a la postre, las fallas implican mayores demoras en el servicio para los usuarios.

 

El Metro no sólo es la columna vertebral del transporte, sino también de la Administración, subrayó el corporado Alejandro Arias, segunda bancada, afirmando que su éxito no debe medirse sólo en términos de eficiencia operativa, sino en su impacto en la calidad de vida de los ciudadanos, especialmente de aquellos con movilidad reducida, para quienes el acceso sigue siendo un reto.

 

Lo que hemos aprendido en todo este tiempo es que ningún Metro es totalmente rentable. El Metro es el hijo que todos amamos, queremos un Metro más humano, no sólo debemos preocuparnos por lo financiero, también debemos hacerlo por lo humano, enfatizó. 

 

Mientras que el tercer citante, el cabildante Farley Macías, fue aún más crítico y advirtió que el sistema se encuentra al borde de un colapso, particularmente en horas pico y señaló que la falta de medidas correctivas en mantenimiento y adquisición de trenes está dejando a miles de usuarios atrapados en estaciones congestionadas, sin soluciones efectivas a corto plazo y una sensación de frustración que crece cada día.

 

¿Cómo se justifica que la congestión en horas pico se presente como un asunto “ajeno” a los trenes y limitado a las plataformas? Ese argumento, casi un insulto a la inteligencia ciudadana, no hace más que maquillar la sobrecarga y la improvisación, concluyó Macías. 

 

Concejales participantes recalcaron que el Metro no es sólo un sistema de transporte, sino un motor de transformación social y cultural. Destacaron la importancia de los programas de educación ciudadana, inclusión y relacionamiento comunitario, pilares de la llamada Cultura Metro. Además, subrayaron que el Metro es un símbolo de justicia social y desarrollo urbano, que ha permitido cerrar brechas y conectar comunidades de forma equitativa.

 

Señalaron como uno de los puntos más críticos la baja ejecución del presupuesto de inversión que se mantuvo en un 39,7% en 2024, como un reflejo de la falta de planificación y eficiencia en la administración de los recursos. Además, insistieron en la necesidad de garantizar los fondos para la sostenibilidad del Metro, buscando mecanismos que generen rentabilidad social sin afectar el bolsillo de los usuarios. 

 

A su turno, el gerente del Metro de Medellín, Tomás Andrés Elejalde Escobar, reconoció los problemas de congestión y los largos tiempos de espera en líneas como la K, donde los usuarios pueden tardar hasta 40 minutos en abordar un tren en horas pico, sin embargo, aseguró que la empresa tiene una hoja de ruta clara para su expansión hasta 2050, con proyectos clave como el Metro de la 80 y la adquisición de 13 nuevos trenes además de la compra de una reperfiladora de rieles, lo que permitirá optimizar la operación y mejorar el servicio.

 

Asimismo, precisó que el Metro está inmerso en un proceso enfocado en la accesibilidad y adecuación del urbanismo de aproximación a las estaciones mediante la instalación de ascensores externos en plazoletas e internos en plataformas, además la instalación de puentes internos de conexión y de zonas y servicios accesibles.

 

El debate dejó claro que el reto no es sólo mantener el sistema en funcionamiento, sino transformarlo para garantizar su eficiencia y sostenibilidad a futuro que responda a las necesidades de una ciudad en constante crecimiento, además, modernizarse y adaptarse a las nuevas exigencias de movilidad para continuar siendo modelo de transporte público en Colombia y América Latina.