Boletín 112
28 de julio de 2020
A esta conclusión llegaron los Concejales en la plenaria virtual de hoy, en la cual se analizó la calidad del aire de la ciudad en compañía de las Secretarías de Salud y Medio Ambiente, y el Área Metropolitana del Valle de Aburrá.
El concejal Fabio Humberto Rivera Rivera, primera bancada citante, manifestó que es necesario articular la ciudad con el fin de hacer avances al 2030 que ubiquen a Medellín en el sendero de convertirse en una ciudad sostenible.
Agregó que acciones como la recolección de residuos sólidos, aumentar el acceso y las garantías del transporte público en la ciudad, ayudarán a mejorar la calidad del aire.
Acto seguido, Jhon Jaime Moncada Ospina, segunda bancada citante, indicó que es necesario consolidar un sistema de movilidad sostenible e inteligente que impulse el transporte integrado y multipropósito para garantizar la accesibilidad por medio de una infraestructura incluyente, generando corredores de calidad ambiental, de seguridad vial y amigables con la salud.
Igualmente, afirmó que la calidad del aire influye en la salud de las personas de la ciudad y en su calidad de vida, por lo que es necesario que la línea estratégica cuatro del Plan de Desarrollo, Ecociudad, sea desarrollada de la mejor forma en este cuatrienio.
A su turno, el corporado, Daniel Duque Velásquez, tercera bancada citante, afirmó que el Área Metropolitana del Valle de Aburrá- AMVA debería modificar el Plan Integral de Gestión de Calidad de Calidad del aire-PIGECA para en el 2030 se pueda cumplir con la Norma Nacional de Calidad del Aire.
A su vez, dijo que proteger y fortalecer el esquema de gobernanza del aire, escuchar a científicos e investigadores para valorar el conocimiento adquirido hasta ahora, mejorar aspectos del Protocolo Operacional para Enfrentar Episodios de Contaminación Atmosférica -POECA, hacer pedagogía e insistir en la renovación vehicular, son algunas de las prácticas que deberían replantearse para mejorar la calidad del aire.
Corporados que participaron de la sesión, expresaron que es importante priorizar el transporte público, aumentar los incentivos, disminuir los aranceles para la compra de vehículos eléctricos, mejorar los comportamientos ciudadanos y trabajar de manera articulada con los demás municipios.
Por otra parte, la secretaria de Medio Ambiente, Diana María Montoya Velilla, explicó que en la línea estratégica Ecociudad, se establecen cinco componentes que visionan a Medellín con el mejor y más amplio sistema de transporte público del país, que priorice medios de transporte no motorizados, con mayores zonas verdes y un crecimiento social y económico articulado.
Mencionó que esta Línea Estratégica cumple con 6 Objetivos de Desarrollo Sostenible y que, además, le apuestan a que con la materialización del Plan de Desarrollo Medellín Futuro, para el 2023 la calidad del aire en la ciudad pueda llegar a un promedio anual de PM 2.5 de 22 ug/m3.
Durante su intervención, la secretaria de Salud, Andree Uribe Montoya, aclaró que enfermedades como infecciones respiratorias, cáncer de pulmón, derrame cerebral (ECV), enfermedad isquémica del corazón, entre otras; pueden verse asociadas con la calidad del aire para afectar las personas, pero afirmó que son multicausales por lo que no podrían atribuirse todas las lesiones a esta problemática en el ambiente.
Manifestó que es necesario establecer lineamientos de vigilancia en salud ambiental mediante procesos de recolección, notificación, análisis y divulgación de la información que permita orientar acciones de intervención pertinentes para el municipio de Medellín.
Por otro lado, el director del Área Metropolitana, Juan David Palacio Cardona, indicó que el crecimiento de la población, de automóviles e industrias deterioran la calidad del aire; por lo que propuso trabajar en educación, cultura y gobernanza, en articulación con las diferentes Secretarías para avanzar en especializar más la información que fortalezca los estudios y contribuya al mejoramiento de la calidad del aire.
Dijo que se hace seguimiento a los principales contaminantes en el Valle de Aburrá que son el PM 2.5, el PM 10 y ozono, y que además se están cumpliendo con las estimaciones previstas, pero hay variables que podrían impactar la calidad del aire y revertir los avances.