- 86% de los habitantes de calle son hombres y el 14% son mujeres.
- A junio de 2024 se han atendido 5.709 personas de y en calle en atención básica, un aumentó en 123% respecto al 2023.
Recuperar el habitante de calle y su identidad como ser humano es el propósito de las acciones que se deben orientar a ellos. En su intervención, la concejal citante del debate, Paulina Suárez, indicó que no hay datos oficiales desde el 2019 de la cantidad de habitantes de calle existentes en la ciudad, el censo del DANE en el 2019 reportó una cifra de 3,214 habitantes de calle en el distrito, en el 2023 se reportaron 7,075 personas en condición de calle y hasta junio del 2024 se han atendido 5,709 personas en condición de calle.
Añadió que, un reto importante, aparte de mitigar la problemática y dignificar la vida de los habitantes de calle, son los altos índices de consumo de drogas psicoactivas que está ocurriendo en los diferentes lugares de Medellín, además, se estima que en Medellín el primer consumo de drogas psicoactivas se inicia desde los 14 años.
Por su parte, el corporado citante Farley Macías enfatizó la importancia de mejorar los métodos de recolección de datos, caracterización y medición de los habitantes de calle, o como él lo llama, los “destechados” para así tener datos precisos y actualizados de esta población, implementando un seguimiento para medir el impacto y ajustar las estrategias que no han sido tan eficaces hasta ahora.
Asimismo, realizar una planificación a largo plazo y un financiamiento continúo priorizando los programas de resocialización y llevando un seguimiento con auditorías externas e internas. Es urgente construir una sociedad más justa e inclusiva, donde todos tengan una oportunidad digna para vivir, agregó Macías.
La tercera bancada citante, en cabeza del cabildante Carlos Gutiérrez, se unió a la necesidad de caracterizar datos verídicos y actuales sobre los habitantes de calle para orientar adecuadamente hacia ellos los programas que maneja el Distrito, lograr atención diferenciada, ya que la situación de salud de los habitantes de calle varía y cada uno de ellos, necesita atención especializada.
Bajo la misma línea, considera que el presupuesto para esta población es limitado y el avance de las políticas públicas establecidas en el 2015, hasta ahora, no se ha cumplido con mucho éxito. El ideal es actualizar la política pública con nuevas estrategias, con fortalecimientos y que desde su actualización se evidencien resultados, indicó.
En este tema, el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar no ha brindado apoyo efectivo a los niños, niñas y adolescentes que están en las calles consumiendo sustancias psicoactivas, porque a diario se ven en situación de calle y mendicidad, aseguraron Corporados que alzaron su voz en la plenaria. Por otro lado, solicitaron ampliar la oferta institucional inyectando mayores recursos a los programas de resocialización y diseñar acciones contundentes para prevenir el consumo de sustancias psicoactivas, y, por ende, evitar que más personas lleguen a convertirse en habitantes de calle.
Agregaron que en la Administración pasada se incrementó en un 150% el tema de habitante en situación de y en calle, así que esto evidencia el gran reto que tiene la Administración actual. En los últimos años la habitancia en calle ha aumentado y podríamos decir que es un fenómeno post-pandemia, pues las personas que tenían su sustento y habitaban en sus inquilinatos en la Comuna 10, al llegar la pandemia no pudieron volver a trabajar y por ende no tenían cómo pagar lo que les costaban las piezas y fueron expulsados de allí, terminando en las calles, puntualizaron.
En su intervención, Sandra Sánchez, secretaria de Inclusión Social, Familia y DDHH socializó el censo y diagnóstico de la población e indicó que las principales actividades económicas a la que se dedican son el reciclaje con un 53,9% y la mendicidad 16,4. Explicó que las sustancias psicoactivas de mayor consumo son el bazuco en pipa con un 71% y el tabaco con un 34, 8% y que el 69,5% de las personas entrevistadas acceden a la oferta institucional.
Sumado a lo anterior, según la georreferenciación realizada en el 2023, el 86% de los habitantes de calle son hombres y el 14% son mujeres; el 7,4% de esta población son extranjeros, la mayoría, venezolanos. La comuna 10, La Candelaria, alberga el mayor número de personas en condición de calle, en esta zona se han activado puntos de control y puntos de adaptación para orientar los perfiles de dicha población.
Algunos resultados que se han obtenido con atención e inclusión social, hasta junio del 2024, arrojan cifras de atención a 5.709 personas, también se han atendido 386 habitantes de y en calle con afectaciones de salud desde el albergue de recuperación, 303 habitantes han sido atendidos en el APCD (Atención a Población Crónica en Calle con Trastorno Mental y/o Discapacidad Física).
A junio del 2024, cerca de 4.000 personas de y en calle han accedido a los servicios de salud, donde los más solicitados han sido: odontología, citas de medicina general, citas postoperatorias, citas de psiquiatría, neurología, retiro de puntos y curaciones, entrega de medicamentos, entre otros; la mayor parte donde los habitantes de calle acceden a los servicios de salud son en la red de Metrosalud, manifestó la secretaria de salud, Natalia López Delgado.
Señaló que algunos de los desafíos para mejorar la problemática son la ampliación de atención básica, la unificación del modelo para aumentar su efectividad, la articulación con las organizaciones sociales para orientar las intervenciones, la gestión de flujos migratorios y la gestión con el Congreso y el Gobierno Nacional.
Comunidad presente solicitó que el trabajo con los habitantes de calle sea continuo, real y constante, ya que se ha presentado intermitencia faltando a su dignidad como seres humanos. De igual forma, realizar campañas de prevención para mitigar el consumo de sustancias psicoactivas y mejorar la salud mental de la población; aumentar la presencia del Estado, sensibilizando y concientizando a la ciudadanía de la situación actual.