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La Perla: un refugio de esperanza animal para Medellín

    • Del rescate a la adopción, el reto para reducir la brecha y garantizar el bienestar animal en Medellín.
    • “A noviembre de este año285 animales fueron adoptados”, Ana Ligia Mora, secretaria de Medio Ambiente.


    La problemática del Centro de Bienestar Animal La Perla volvió al centro de atención del Concejo, con una población que supera los 2.900 animales, la discusión no solo abordó el presente sino también el futuro de este refugio, considerado un pilar esencial en la protección animal del Distrito.

     

    El corporado Juan Ramón Jiménez, bancada citante, precisó que, desde su ampliación en 2014, La Perla ha duplicado su capacidad, pasando de albergar 1.495 animales a más de 2.900; sin embargo, señaló que este aumento ha acentuado la urgencia de fomentar la adopción masiva como única salida viable, toda vez que en 2024 únicamente 1.210 animales han encontrado un hogar, un 48.2% a través de jornadas externas y el resto mediante redes sociales y medios de comunicación.

     

    Así mismo enfatizó en la necesidad de transformar La Perla para convertirlo en un epicentro de adopciones, acompañado de una estrategia comunicacional robusta, por lo que propuso fortalecer las redes sociales y replantear las jornadas de adopción para incluir eventos masivos y campañas educativas. Una sociedad responsable no necesita rescatar animales porque no los abandona, subrayó.

     

    Por su parte, el concejal Farley Macías, segunda bancada, indicó que el presupuesto para el cuatrienio dedicado a protección animal es superior a los $66 mil millones de pesos por lo que invitó a la reflexión sobre la eficiencia y el impacto real enfocado en la protección animal para hacer de Medellín un territorio más humano, responsable y sensible con los más desprotegidos.

     

    Argumentó que el bienestar animal no es sólo un objetivo, es una construcción conjunta hacia una Medellín más humana y sostenible, pero indicó que, aunque la labor de la Secretaria de Medio Ambiente es muy importante para abrir puertas a la adopción animal, se requiere ser muy creativos porque el presupuesto público sigue siendo bajito y sugirió buscar alternativas para que las familias puedan adoptar y brindar calidad de vida a muchos animales de compañía que sean entregados.

     

    Concejales indicaron que existe una gran sensibilidad por los animales en la ciudad y aunque La Perla ha venido desarrollando una buena gestión, con unas cifras valiosas, la mayor preocupación es que la adopción es muy baja con referencia al número de animales ingresados; por eso, se requiere generar más empatía y sensibilidad para que la comunidad tome decisiones claras para el cuidado de los animales y realizar campañas de no compra sino de adopción de animales de compañía.

     

    A su turno, Ana Ligia Mora, secretaria de Medio Ambiente, presentó cifras optimistas indicando que a noviembre 1.285 animales fueron adoptados, proyectando una meta de 1.500 para fin de año, sumado a la realización de 204 jornadas externas en 56 ubicaciones, lo que contribuyó significativamente al incremento de adopciones.

    La funcionaria destacó las mejoras en las instalaciones de La Perla, incluyendo enriquecimiento ambiental para gatos, cambios en estructuras para mayor comodidad de los caninos, espacio especializado para gatos positivos con alguna enfermedad felina como la leucemia, la inmunodeficiencia o la panleucopenia; y mejoras locativas para atención de futuros adoptantes.

     

    La comunidad también alzó su voz y expresó su preocupación por la indiferencia social hacia los animales, agravada por prácticas como la pólvora en diciembre, sumado a la normalización de abandonar los animales, por lo que pidieron un inventario de daños causados por esta tradición y sanciones más severas para quienes contribuyen al maltrato animal.

     

    El debate concluyó con un llamado a la acción para todos los actores involucrados, desde la Administración hasta la ciudadanía a fin de que La Perla no sólo sea un refugio para animales sino un reflejo de la empatía y responsabilidad de Medellín hacia sus seres más vulnerables.