Afirmó la concejal Luz María Múnera Medina, en sesión plenaria
En cabeza de la concejal Luz María Múnera Medina, del Partido Polo Democrático Alternativo, se desarrolló la sesión plenaria dedicada al análisis de la crisis actual del proyecto Hidroituango, quien aseguró que tal situación obedece a decisiones políticas por encima de las técnicas.
La Corporada afirmó que Empresas Públicas de Medellín – Epm, tomó medidas apresuradas en las que primó el valor económico por encima de las condiciones de vida de los pobladores afectados; muestra de ello es que la licencia ambiental de la obra tiene a la fecha trece modificaciones y no existían planes de contingencia para ningún municipio implicado aguas abajo, antes de la emergencia ocurrida hace casi tres meses.
Múnera Medina hizo énfasis en que dicho proyecto acabó con la economía de las zonas aledañas, en las que la atención brindada a las víctimas es insuficiente para lograr el restablecimiento de los derechos que han sido violados en medio de esta problemática. Insistió en que es necesario restablecer los planes de desarrollo económico que garanticen la recuperación de los territorios desde todos los ámbitos.
Por su parte, el concejal Héctor Francisco Preciado, del Partido Centro Democrático, segunda bancada citante, apreció las actuaciones de Epm después de la contingencia, sin embargo, aseveró que cometieron un cúmulo de errores durante la ejecución de la obra en los que se sacrificó un postulado técnico por uno económico.
Asimismo, solicitó informar en qué va el proceso de peritazgo ordenado por la Autoridad Nacional de Licencias Ambientales, Anla, para que se emita un concepto sobre las condiciones de estabilidad, cómo fue el proceso de escogencia del perito y su costo, la participación de Epm y el Idea, al igual que la fecha de programación del mismo.
Finalmente, el Corporado también pidió conocer el estado actual de las medidas de restitución de los afectados, cuál es el impacto financiero total para Medellín desde el inicio de la mega obra y después del desastre, así como el gasto total que ha realizado Epm y el Municipio de Medellín en la construcción de la misma.
Concejales que tomaron la palabra durante el debate, manifestaron su preocupación frente al futuro de las finanzas públicas de la capital antioqueña, teniendo en cuenta que las transferencias de los excedentes que Epm realiza, están representadas en programas de inversión social y bienestar para los ciudadanos. Advirtieron que preservar y cuidar esta empresa es pensar en el patrimonio económico de la ciudad y la seguridad energética del país.
Es así como Epm debe prepararse para sobrellevar el impacto financiero, producto de esta crisis a corto, mediano y largo plazo mediante obras de mitigación, la disminución de los excedentes para el período 2018 – 2022 y la posible necesidad de apalancamiento desde el Municipio de Medellín, en caso de inviabilidad del proyecto, expresaron.
En su intervención, el gerente de Epm, Jorge Londoño de la Cuesta, indicó que, a partir de la ocurrencia de los hechos, Epm estableció un orden de prioridades, principalmente cuidar la vida de las personas impactadas por el desarrollo de la central hidroeléctrica y proteger su continuidad. Todas las decisiones de carácter técnico y social, aunque muy costosas, han estado orientadas al cumplimiento de dichos propósitos, entendiendo que no solucionan definitivamente la situación, agregó.
Acto seguido, expertos invitados a plenaria, coincidieron en que son diversos los estudios globales que advierten sobre las consecuencias, riesgos, desastres ambientales, sociales y humanos, presentes y futuros que circundan la construcción de represas. Indicaron también que, nada de esto se compensa a la hora de participar de los beneficios para lograr una verdadera equidad social y el avance de las regiones.
Por último, comunidad presente en el recinto, señalaron que los pobladores han tenido que migrar de sus sitios a origen porque nadie les puede asegurar que no ocurra un desastre mayor; además no es posible realizar labores remuneradas ni actividad comercial. Por tanto, es urgente que se identifiquen las pérdidas materiales y simbólicas para establecer mecanismos que subsanen los múltiples daños y devuelvan la tranquilidad y la normalidad a su cotidianidad.