Boletín 158
Durante la socialización de la situación financiera y las proyecciones del Metro de Medellín, los Corporados concluyeron en la plenaria de ayer la necesidad de promover el uso del transporte público y apropiar a la ciudadanía de este medio de transporte.
Además, señalaron que deben trabajar mancomunadamente la Alcaldía, Área Metropolitana, Secretaría de Movilidad y Metro de Medellín para desestimular el uso de carro particular y moto, y así estimular más el uso del Sistema Integrado de Transporte.
Reconocieron la importancia de este medio de transporte que hace de Medellín una ciudad unica y del cual es indispensable garantizar el buen servicio ya que es un sistema que soluciona muchos problemas de la ciudad, entre esos, el cambio climático.
Por otro lado, el gerente del Metro de Medellín, Tomas Elejalde Escobar, manifestó que, a pesar de la reactivación económica en la ciudad, el Metro no se ha recuperado puesto que tiene pérdidas estructurales que tienen que ver con la condición propia de un servicio que debe funcionar. Actualmente se están transportando alrededor del 82 por ciento de los usuarios que se movilizaban en prepandemia.
Señaló que, hasta antes de la pandemia la empresa no tenía que recurrir al subsidio gubernamental para su operación, aunque sí para la construcción de nuevas líneas. En este momento hay un nivel de ingresos cercanos a $ 1.300 millones de pesos diarios y antes de pandemia era alrededor de $ 1.600 millones de pesos, lo que significa que todos los días se está dejando de ganar $ 300 millones de pesos, puntualizó.
Añadió que, los ingresos dejados de percibir en el 2020 fueron de $ 367.616 millones de pesos y de $ 353.470 millones de pesos para el 2021, una suma cercana a los $ 721.086 millones de pesos.
Para finalizar, expresó que no ha habido una recuperación total del Metro debido a varios factores como el poco transito de estudiantes que representan el 15 por ciento de los pasajeros, debido a la virtualidad; asimismo, la alternancia entre la virtualidad y el teletrabajo, y el desempleo debido a que más de la mitad de los viajeros utiliza el sistema para ir a trabajar; y por último, los cambios de hábitos en la movilidad, como el uso de la bicicleta, la motocicleta y el vehículo particular, dejando entre un 12 y 15 por ciento menos usuarios que en el 2019.