Boletín 090
8 de julio de 2020
Concejales socializaron hoy el Proyecto de Acuerdo 006 de 2020 «Por medio del cual se prohíbe los plásticos de un solo uso en la contratación pública del Municipio de Medellín”.
El concejal Daniel Duque Velázquez, coordinador del proyecto, indicó que con esta iniciativa no se busca ver al plástico como un problema, sino visibilizar y disminuir el impacto negativo que genera la utilización de este en el medio ambiente.
Insistió en que existen otros materiales como el papel, cartón, acero, entre otros, que son también de un solo uso, por lo que se hace importante debatir y analizar la problemática que generan estos elementos de utilidad única en el planeta.
De igual manera habló de las acciones negativas del plástico para la salud, el ecosistema, animales y paisajes. Mencionó la situación del Río Magdalena, catalogado como el río número 15 en llevar elementos plásticos al océano, evidenciando el mal hábito en el manejo de residuos de los colombianos.
Finalmente planteó que el objetivo de este Proyecto de Acuerdo es, además de incentivar prácticas como el reciclaje y la reutilización, también es promover la reducción de los plásticos de un solo uso desde los entes gubernamentales como ejemplo para que la sociedad también adquiera hábitos saludables de consumo, apoyado en otras iniciativas y proyectos ya gestados en Colombia.
En su intervención, el corporado Gabriel Enrique Dib DiazGranados, ponente del proyecto, enfatizó que el ser humano no hace un buen uso y manejo de estos materiales, por lo que debe esta iniciativa debe encaminarse a la educación y no a la prohibición.
Agregó que la industria del plástico es generadora de empleo, alrededor de 220.000 empleos directos, y que son más de 2.000 las empresas dedicadas a la producción plástico en sus diferentes modalidades, lo que exige pensar en decisiones que no afecten de manera negativa a esta industria y más bien, repensar en los procesos de producción y utilización de los recursos adecuados en la fabricación de plástico.
Por su parte, la concejala ponente, Dora Cecilia Saldarriaga por su parte, manifestó que hablar del consumo y utilización del plástico supone una lucha entre el medio ambiente y lo económico, y que se hace necesario tomar decisiones que a veces son impopulares.
Insistió en que es necesario pensar en el futuro de las nuevas generaciones y en la responsabilidad de las decisiones tomadas desde las entidades administrativas para garantizar la vida y la salud, no solo de los seres humanos sino de todas las especies en el planeta.
La secretaria de Suministros y Servicios, Karen Bibiana Delgado, expresó que este proyecto plantea acciones que no son viables de manera inmediata, que podrían vulnerar procesos de contratación y costos adicionales en el Plan Anual de Adquisiciones.
Agregó además que es necesario pensar en virtud de la cadena de abastecimiento, evaluar precios de proveedores en pro de cambios de consumo inmediatos, el impacto en los bienes y servicios, y los costos del mercado; y añadió que la educación ciudadana es un punto fundamental en el acuerdo que busca la reducción de los elementos plástico con un solo uso.
La secretaria de Medio Ambiente, Diana María Montoya, reiteró que la implementación de las acciones de reducción de uso de plástico por parte de la Administración y otras entidades debe ser gradual, medir constantemente su impacto e incluir la articulación en la compra de elementos sostenibles.
A su vez dijo que esta Secretaría tiene una matriz de observaciones, en articulación con la Secretaría General y Secretaría de Suministros para articular la iniciativa al marco de compras públicas, su implementación gradual, lo plazos adecuados e incluir un artículo frente al tema de financiación.
Expertos en el tema hablaron sobre las motivaciones para reducir el consumo de plástico y añadieron que el punto principal en la cadena es reducir y luego reciclar. Expusieron que el reciclaje del plástico de un solo uso es limitado y que además ese proceso genera emisiones de gases efecto invernadero, que finalmente está ligado a una problemática en torno al consumo de los seres humanos.
Sostuvieron que los plásticos biodegradables no son la alternativa al problema medio ambiental actual, que estos no pueden biodegradarse en condiciones naturales, contaminan exactamente igual, por lo que no pueden considerarse como una alternativa para reemplazar a los plásticos de un solo uso.
Finalmente reiteraron que la única solución es la reducción de la cantidad de consumo de plástico y que se hace necesario abordar el problema desde el ciclo de vida de este material, generando restricciones al plástico de un solo uso e insistieron en la búsqueda de alternativas, el estímulo de empresas ejemplo en el manejo de los residuos, de la investigación y en la educación ciudadana.