- El Metro de Medellín registra seis veces menos accidentalidad que el Sistema Ferroviario Español, consolidándose como un modelo de eficiencia y prevención en transporte masivo.
- Desde 2004, los 6 metrocables del Metro de Medellín han registrado solo 0,002 accidentes por cada millón de pasajeros, destacándose como un sistema seguro y confiable.
- El Metro destina el 36% de su presupuesto operativo al mantenimiento, garantizando la seguridad y eficiencia de todo el sistema.
El Metro de Medellín representa un servicio esencial para la ciudad, un sistema que no solo transporta personas, sino que también mueve las fibras de quienes lo utilizan; por ello, este control político tiene como objetivo buscar respuestas que generen tranquilidad en torno a su operación, promoviendo procesos cada vez más eficientes, confiables y seguros, expresó el concejal citante José Luis Marín Mora.
Agregó que es fundamental garantizar que los usuarios accedan al sistema sin dudas o temores y que este continúe siendo un modelo de movilidad ejemplar. Además, destacó que cerca del 86,7% de los usuarios del Metro de Medellín pertenecen a los estratos 1, 2 y 3; y el 82% tiene niveles educativos de primaria, secundaria o técnica. Esto subraya la necesidad de garantizar la operación óptima del sistema, ya que para esta población el Metro es su principal medio de transporte.
No se pueden permitir fallas significativas en este servicio esencial, porque la mayoría de las personas que lo utilizan no tienen otra alternativa viable, expresó el Corporado, haciendo énfasis en la importancia de ampliar la capacidad y mantener el buen funcionamiento del sistema.
En relación con los metrocables, el Cabildante resaltó que Medellín fue pionera a nivel mundial al implementar este tipo de transporte masivo en 2004 con la línea K. Sin embargo, esta innovación también presenta retos únicos debido a la falta de referencias internacionales en temas de seguridad. El concejal enfatizó la necesidad de minimizar riesgos y mejorar los procesos de mantenimiento, señalando que, aunque el Metro ha avanzado al implementar el mantenimiento RCM versión II, con un aumento de modos preventivos de 5,000 en 2016 a 20,000 en 2024, aún persisten desafíos. Se debe actuar ahora para fortalecer la confiabilidad del sistema y prevenir cualquier tragedia, concluyó.
La gestión integral del sistema Metro enfrenta serios desafíos que comprometen su desempeño y seguridad, expresó el corporado Farley Macías, segunda bancada citante. Durante este año, las fallas críticas aumentaron un 20% en comparación con el periodo anterior, evidenciando problemas en la confiabilidad operativa, esto subraya la urgencia de implementar estrategias robustas en seguridad y gestión de riesgos, así como de optimizar los protocolos de mantenimiento preventivo y correctivo para reducir las vulnerabilidades en el sistema.
Destacó el manejo del incidente que dejó fuera de servicio la línea K del Metro entre el 26 de junio y el 19 de julio. Durante este periodo, se implementaron medidas como transporte alternativo, ajustes en rutas alimentadoras, compensaciones a través de la tarjeta Cívica y una comunicación estratégica para mantener informados a los usuarios. Insistió en la necesidad de fortalecer el mantenimiento predictivo, incrementar el mantenimiento preventivo al 70%, realizar auditorías trimestrales y modernizar las tecnologías de monitoreo.
Por su parte, el cabildante Sebastián López, tercera bancada citante, manifestó que durante 2023 el sistema movilizó a 312 millones de usuarios, con un promedio diario de 1,21 millones de pasajeros en días laborales, consolidándose como el eje de la movilidad urbana. Además, su operación contribuyó a la economía regional, generando $76.552 millones en ingresos por negocios asociados.
En relación con la seguridad operativa, el Concejal señaló que, en promedio, entre 12 y 14 eventos mensuales obligan a evacuar preventivamente los metrocables debido a descargas atmosféricas, aunque no representan un peligro directo para los pasajeros, podrían dañar equipos críticos y requerir reparaciones prolongadas. Para mitigar estos riesgos, el Metro ejecuta un plan anual de mantenimiento que abarca trenes, cables, tranvías, buses e infraestructura, con personal especializado operando las 24 horas del día, los 7 días de la semana con una inversión para 2023 por $143.522 millones y para 2024 se proyecta una inversión superior a los $193.000 millones, reforzando su compromiso con la confiabilidad y la seguridad del sistema, finalizó el concejal Sebastián López.
Corporados participantes hicieron un llamado a implementar acciones de mejora que erradiquen los problemas actuales y garanticen un servicio seguro y eficiente, capaz de satisfacer las necesidades de transporte de la ciudadanía. Resaltaron la importancia de priorizar la seguridad de los usuarios, fortalecer la orientación a adultos mayores en la compra de tiquetes y brindar mayor atención a las personas con discapacidad para asegurar una inclusión efectiva en el sistema.
Aunque reconocieron los incidentes y fallas operativas ocurridas, los Cabildantes insistieron en que el compromiso debe ser brindar garantías plenas de seguridad a todos los usuarios.
En su intervención, el gerente del Metro de Medellín, Tomás Elejalde Escobar, afirmó que la seguridad integral es el principio esencial para el funcionamiento del sistema, fundamentado en una sólida gestión del riesgo corporativo que minimiza accidentes y garantiza la continuidad operativa. Desde el inicio de la operación de la línea K en 2004, los seis metrocables han transportado cerca de 490 millones de pasajeros, con una tasa de solo 0,002 accidentes por millón de usuarios movilizados, reflejando el compromiso del Metro con la seguridad.
Además, subrayó que el 36% del presupuesto operativo se destina al mantenimiento, realizado por un equipo especializado que representa el 35% de la planta de personal, operando bajo un modelo que incluye mantenimientos predictivos, preventivos, correctivos y proyectivos las 24 horas, los 7 días de la semana. Enfatizó que este esfuerzo constante, sumado al trabajo conjunto con la academia, permite enfrentar desafíos como las descargas atmosféricas en la catenaria, garantizando la confianza y tranquilidad de los usuarios en cada viaje.