- Medellín tiene un total de 35.635 estudiantes, de ellos 2.751 niñas y niñas migrantes en Buen Comienzo, concejal Paulina Suárez.
- Los migrantes enfrentan diversas dificultades como la limitada acogida, la integración y la cohesión social.
238.157 personas, aproximadamente el 9% de la población de Medellín es
migrante venezolana, el gran reto es que el 76% de esta población que está en edad de
trabajar y no puede por no estar regularizada en el país, tenga acceso a las diferentes
opciones de vida y desarrollo que tienen los conciudadanos, por eso este proyecto quiere
generar una ruta de migración para que el Estado colombiano y la comunidad
internacional pueda apoyar a la Administración del Distrito y así generar opciones
laborales y estimular la inversión en la ciudad para brindar más apoyo a los migrantes.
Con la coordinación de la corporada Janeth Hurtado Betancur, la plenaria del
Concejo de Medellín aprobó la Política Pública de Gestión de la Migración del Distrito
que tiene como propósito fundamental garantizar el goce pleno de derechos de la comunidad migrante internacional, solicitante de asilo, refugiada y colombiana retornada con vocación de
permanencia en la ciudad.
Esta política pública tiene 14 principios, 10 enfoques, 5 dimensiones y se estructura para
el fortalecimiento y articulación institucional, atención humanitaria oportuna e integral,
dignificación y protección de la vida, integración socioeconómica, prevención y atención de violencias, además, sus enfoques giran en torno al plan estratégico de la ciudad para disminuir la estigmatización de los migrantes venezolanos y permitir que puedan vivir en el territorio en condiciones dignas y humanas, afirmó la Concejal.
Por su parte, la cabildante Paulina Suárez Roldán, integrante de la comisión de potentes, indicó
que se logró la identificación de un gran problema público relacionado con la limitada acogida,
integración efectiva y cohesión social para el goce pleno de derechos de la población migrante, refugiada y retornada colombiana en Medellín, por eso se viene realizando tareas desde la Secretaría de Educación, toda vez que la ciudad cuenta con un total de 35.635 estudiantes y de ellos hay en Buen Comienzo 2.751 niñas y niñas migrantes, que están enriqueciendo la diversidad cultural.
Otros Concejales indicaron que es fundamental que la ciudad tenga una política pública en
concordancia con la convención internacional sobre la protección de los derechos de
todos migrantes en temas como igualdad de trato, protección contra el abuso y la explotación, derecho a la reunificación familiar, acceso a la justicia y a los servicios básicos, pues lo que se pretende es hacer la diferencia con personas que han perdido no solamente sus territorios e incluso sus familias, sino además el derecho a tener derechos, por eso esta política significa una conquista de derechos.
Por su parte, Luz Ángela Álvarez Henao, líder profesional del Programa de Inclusión, explicó que la Secretaria de Inclusión Social y Familia es la encargada de verificar que la mesa técnica migratoria cumpla con la política y superar todas las barreras y situaciones que se encontraron a fin de lograr la integración efectiva y positiva de la comunidad refugiada y migrante, además indicó que la política
tiene otros instrumentos que van a ser parte de esta política pública como el decreto 041
que establece la mesa migratoria interinstitucional.
En su intervención, Fernando Calado Brice, perteneciente al programa Venezuela Respuesta, indicó que esta política pública toma medidas y continúa preparando a la ciudad para enfrentar la ola migratoria actual y las futuras, pues permite que todos los actores trabajen articuladamente para hacer de Medellín un territorio competitivo en aras de facilitar la cohesión social e integre a los migrantes con la población civil.
Comunidad participante indicó que la capital antioqueña se ha convertido para los migrantes en una segunda oportunidad de vida y agradeció las muestras de amor recibidas después de tanto maltrato en sus países de origen y pidieron tomar en cuenta las necesidades en salud y brindar más humanidad en los hospitales porque sus mayores temores giran en torno a este derecho básico.