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Migrantes y personas en situación de calle buscan apoyo gubernamental

  • Según el último censo del DANE del año 2019 en la ciudad de Medellín había 3.214 habitantes de calle, concentrados en las comunas 10, 15 y 4.
  • 240.679 personas son migrantes en Medellín, lo que representa el 9.2% de la población de la ciudad, datos de Migración Colombia 2023. 
  • Dos factores principales contribuyen a que una persona se convierta en habitante de calle: la violencia intrafamiliar y el consumo de sustancias psicoactivas.

 

Durante las discusiones del Plan de Desarrollo Medellín Te Quiere, dos temas fundamentales destacaron en la agenda: los programas y proyectos destinados a mejorar la calidad de vida de los habitantes de calle y los migrantes, sobre los que la concejal María Paulina Suárez, coordinadora de la iniciativa, enfatizó en brindar especial atención a estos dos temas cruciales para la ciudad.

 

Destacó la asignación presupuestal cercana a los $111 mil millones de pesos para abordar la problemática de los habitantes de calle, problemática que en los últimos cuatro años ha experimentado un aumento y mayores desafíos debido a la falta de control y la ausencia de un acompañamiento cualificado en las metodologías de intervención.

 

El aumento en las plazas de microtráfico ha contribuido al deterioro evidente de la salud física y mental de esta población, lo que representa un desafío considerable para la Administración municipal y la Secretaría de Salud, manifestó Suárez.

 

Con relación a la migración, explicó que representa una oportunidad significativa si se observa el desarrollo de grandes ciudades que han visto los fenómenos migratorios como un impulso hacia el progreso. Se estima que actualmente hay 240.000 migrantes con intención de establecerse de forma permanente en nuestra ciudad, población mayormente compuesta por mujeres, de las cuales el 80% se encuentra en edad productiva, lo que representa un potencial importante para la economía local si se les brinda las herramientas adecuadas. 

 

En términos de presupuesto, la Secretaría de Inclusión cuenta con $3.000 millones de pesos aproximadamente destinados a este desafío. El reto ahora es integrar las acciones necesarias desde Desarrollo Económico, Mujeres y Juventud, para asegurar una efectiva integración de la población migrante en nuestra comunidad, resaltó la concejal Paulina Suárez.

 

Los demás Cabildantes subrayaron la importancia de actualizar el censo de personas en situación de calle para diseñar estrategias más efectivas de intervención. Resaltaron que las personas en esta condición tienen capacidades y derechos como ciudadanos, y es esencial ayudarles a reintegrarse en la sociedad, agregaron que la inversión en programas para personas con adicciones es crucial para prevenir que más individuos terminen en esta situación, evitando su explotación por parte de estructuras criminales.

 

Expresaron su preocupación por el aumento de jóvenes de 14 años que llegan a los Centro Día, lugares que además carecen de asistencia psicosocial y de trabajadores sociales. Estos datos subrayan la urgencia de implementar medidas integrales que aborden las causas fundamentales de esta problemática y brinden apoyo adecuado a quienes se encuentran en esta situación vulnerable, aseveraron. 

 

La población migrante enfrenta la discriminación, el maltrato, la falta de empleo y de oportunidades, asimismo, dificultad para validar títulos profesionales y académicos, ya que el 90% no logra convalidar sus estudios, proceso que a menudo resulta inaccesible para muchos y, en ocasiones, es obstaculizado por terceros. Por ello, hacen un llamado al Gobierno Nacional para mejorar este método y a la Administración a capacitar al personal de salud, educación y otros sectores, para que comprendan el estatus migratorio de las personas con vocación de permanencia y reconozcan la validez de su documentación para acceder a servicios básicos como salud y educación.

 

Durante su intervención, la secretaria de Inclusión Social, Familia y DDHH, Sandra Milena Sánchez, explicó que el habitante de calle es aquella persona que, generalmente, ha cortado los lazos con su familia y ha adoptado la calle como su residencia permanente, mientras que el habitante en calle es aquel que utiliza la calle como un espacio para su supervivencia, alternando con su hogar, la escuela y el trabajo. 

 

Dentro del Plan de Desarrollo, se destaca el programa «Habitante de Calle con Atención e Inclusión Social» involucrando la colaboración de varias entidades municipales, como salud, seguridad e inclusión. Éste contempla, entre otros, el «Sistema Habitante de Calle», diseñado para comprender las razones que llevan a las personas a vivir en la calle y crear perfiles de los ciudadanos a atender. Para el cuatrienio, se establece la atención a 7.980 personas en situación de calle con servicios básicos o especializados, la resocialización de 2.418 personas en esta condición, y el beneficio de albergue temporal para 100 personas en situación de vulnerabilidad social, agregó.

 

La atención a migrantes tiene el propósito de fomentar la integración social, económica y cultural de esta población ofreciéndoles oportunidades multisectoriales. Según datos de Migración Colombia de 2023, en la ciudad residen 240.679 migrantes, de los cuales 150,126 poseen el Permiso por Protección Temporal (PPT) otorgado por dicha entidad. 

 

Dentro de los objetivos establecidos se implementará el programa «Bienestar para las Familias Migrantes», el cual, desde el Centro Intégrate, buscará facilitar la integración social de esta población, brindando orientación sobre la oferta institucional disponible en el Distrito. Otro componente relevante será «Intégrate en los Territorios», que promoverá la integración social y cultural de los migrantes, refugiados, colombianos retornados y las comunidades de acogida, todo ello en colaboración con el Gobierno Nacional, a través de la Dirección para la Población Migrante, concluyó.

 

La comunidad participante expresó que, para las personas en situación de calle, se requiere mayor respaldo para abordar esta problemática en el Plan de Desarrollo, descongestionar los Centro Día que hoy tienen una ocupación del 98%, brindar más espacios centros de acogida y hogares de paso. Hicieron énfasis en no dar limosnas o alimentos por lástima y reconocer su potencial para reintegrarse a la sociedad.

 

Por otro lado, las personas recuperadas de la situación de calle solicitaron apoyo para ayudar a aquellos que aún enfrentan este desafío, expresaron su disposición para ofrecer ideas y experiencias que puedan contribuir a la recuperación de otros individuos desde su experiencia, consideran que pueden desempeñar un papel crucial en brindar apoyo y orientación a quienes se encuentran en situaciones similares.

 

Mientras que la comunidad migrante evidenció las diversas barreras que enfrentan en su proceso de integración económica, entre ellas se encuentra la regularización de títulos, la falta de claridad en el proceso de contratación por parte de los empresarios, así como el acceso limitado a la certificación por competencias. 

 

Además, resaltaron la necesidad de un apoyo real para la sostenibilidad y el emprendimiento. Bajo esta misma línea, incluir el enfoque migratorio en el Plan de Desarrollo, especialmente para las mujeres migrantes y jóvenes desescolarizados que enfrentan dificultades de acceso a la educación y vivienda digna. La comunidad migrante aboga por la construcción de una Medellín multicultural, donde la coexistencia pacífica sea una realidad y se trabaje de manera conjunta con la población migrante y refugiada.