- Preservar la memoria de las víctimas tiene que convertirse en la forma de no repetir historias de dolor para la ciudad.
- Aunque la No-violencia puede costar más que la guerra, se debe preservar el derecho fundamental a la paz.
Los conflictos violentos han marcado la historia del país y particularmente de la ciudad de Medellín con actores que han dejado una profunda marca en la historia. Estos hechos convocan a la institucionalidad a generar políticas que prevengan su repetición, razón por la cual en el recinto de la democracia se debatió acerca de la permanencia y funcionamiento de la Secretaría de la No-Violencia.
A lo largo de la jornada hubo consenso entre los Corporados en que esta dependencia no solo debe continuar sino que se debe fortalecer con mayor inversión y esfuerzos por parte de la Administración actual. Manifestaron la necesidad de poner sus ojos en las víctimas, quienes reclamaron acciones contundentes hacia una paz completa y articulada, que trascienda el concepto de ausencia de conflictos, pues también se da violencia cuando hay hambre, pocas posibilidades al acceso a los servicios, la salud y la educación; lo que puede derivar en que las personas pasen a engrosar las filas de la ilegalidad, los grupos violentos y estructuras criminales, expresaron.
Se hizo énfasis también en la implementación de la Política Pública de Paz y Reconciliación y en la necesidad de que esta dependencia implemente programas que impacten efectivamente a los diferentes grupos poblacionales que hayan sido víctimas del conflicto, pero también a potenciales víctimas, por lo cual demandaron los cabildantes acciones concretas de articulación y transversalización con las demás secretarías.
Otros Concejales denunciaron posibles hechos de corrupción de esta dependencia durante la Administración anterior. Afirmaron, por ejemplo, que hubo contratistas que no cumplieron el objeto de sus contratos y otras formas de uso inadecuado de los recursos. También se señaló el poco impacto de las ferias y actividades que se ejecutaron con víctimas del conflicto.
A su turno, el secretario de la No-violencia Carlos Alberto Arcila Valencia presentó la situación actual de la dependencia. Dijo que es imperativo fortalecer varios aspectos, entre ellos la infraestructura de la Secretaría y los espacios con los que cuenta en diferentes comunas, ya que se encuentran deteriorados y requieren una intervención prioritaria.
Señaló que los grupos que atiende dicha Secretaría son diversos: víctimas del conflicto armado, excombatientes, reintegrados, reincorporados y reinsertados; población carcelaria, sindicados, penados y post penados. Afirmó que se espera impactar a más de 18.000 jóvenes, niños y adolescentes y una cifra superior a 8.000 mujeres y personas de la población LGTBIQ+ penadas y recluidas en centros carcelarios. Estas estrategias estarán articuladas a las disposiciones de la JEP (Jurisdicción Especial para la Paz) y los programas nacionales como Jóvenes en Paz.
La sesión contó además con una masiva asistencia de comunidad y más de 70 personas tomaron la palabra. Representantes de las mesas de derechos humanos, artistas, población afrodescendiente, madres de desaparecidos, población carcelaria y LGTBIQ+, representantes de la ONU, organizaciones sociales y exmilitares alzaron su voz. Desde sus orillas hicieron un llamado para que sean incluidos en la construcción de la Política Pública y el desarrollo activo de los programas, pues son ellos quienes conocen de primera mano los territorios y las poblaciones; siendo algunos incluso personas que estuvieron vinculadas al conflicto y hoy quieren compartir desde su experiencia alternativas a la prevención.
Finalmente, es importante destacar algunas voces que manifestaron la necesidad de vincular a las reservas de la Policía y el Ejército, quienes en su rol, fueron víctimas y victimarios; por lo cual pidieron perdón y quieren hacer parte de la reparación. Además, señalaron otros intervinientes que la paz debe ser un ejercicio que mejore la calidad de vida y no solo se centre en la ausencia de conflicto: “En Medellín sabemos lo que no hay que hacer en la guerra y sabemos qué debemos hacer en la paz”, afirmó el representante de la comunidad Juan Guillermo Sepúlveda.