Boletín 048
18 de mayo de 2020
En el inicio de los foros temáticos, en los cuales se analizará el Proyecto de Acuerdo 11 de 2020 “por medio del cual se adopta el Plan de Desarrollo Municipal 2020-2023 Medellín Futuro”, desde diferentes perspectivas durante y posterior al Covid 19, hoy en plenaria virtual se abordó el Plan desde la temática agroambiental, en la cual se resaltaron aspectos importantes a tener en cuenta para garantizar el desarrollo sostenible de Medellín en esta materia.
Los Concejales reconocieron las condiciones adversas de desabastecimiento provocadas por la pandemia del Covid 19 y plantearon retos a partir de esta situación, entre ellos generar mayor inclusión de la población rural dedicada a la agricultura y actividades rurales.
Pidieron implementar el Distrito Rural Campesino, Acuerdo que propone el ordenamiento de la ciudad teniendo en cuenta las comunidades rurales, lo que implica dar mayor inversión a fondos que permitan fortalecer esos territorios y con ello mejorar su calidad de vida, la permanencia de las poblaciones campesinas en esos entornos, mejorar la calidad del aire, proteger las reservas naturales y eliminar las brechas entre el campo y la ciudad.
Dijeron además que, Medellín es en un 70 por ciento territorio rural y esto genera la necesidad de contemplar dentro del Plan de Desarrollo el acondicionamiento e inversión en pequeños y medianos productores del sector agropecuario con un componente de recuperación y protección de fuentes hídricas, con el fin de garantizar el desarrollo de actividades agrícolas, la seguridad alimentaria y contrarrestar las amenazas del cambio climático.
La plenaria contó con la participación de diversos expositores, entre ellos, Héctor Manuel Lugo, representante de la Corporación Ecológica y Cultural Penca de Sábila, enfatizó la importancia de la “función Eco» como planteamiento significativo e instrumento para generar coherencia con la Medellín futuro planteada como Plan de Desarrollo.
Agregó que la ciudad depende en 70 por ciento de la producción a escala de las pequeñas parcelas campesinas, por lo que debe proveerse un escenario equitativo de producción, acceso, distribución y consumo de productos, participación de hombres y mujeres en adquisición de tierras, regulación de los precios, incentivar la utilización de abonos orgánicos, para garantizar la calidad de los productos y reducir riesgos de salud.
Por su parte, Marcos Alberto Ossa Ramírez, director regional Antioquia de Asocolflores, hizo referencia al sector de la floricultura y a la necesidad de una estructura sólida que les permita a los 22 productores en el corregimiento de San Cristóbal y a los 14 productores en Santa Elena generar un desarrollo sostenible.
Se evidencia la necesidad de comprender la alimentación equitativa en el marco de la pandemia, para que las personas vulnerables y no vulnerables comprendan que la alimentación es un derecho de todos y que así la población de manera equitativa tenga acceso a alimentos de calidad, afirmó Juan Fernando Zuluaga Orrego, coordinador Nacional Territorial de la FAO.
Adicionalmente dijo que el Plan de Desarrollo debe comprender el contexto y darle herramientas a la ruralidad, haciendo énfasis en el Decreto 89 del 2009, para que de verdad sea base que construya una ciudad sustentable en su conjunto.
Otros exponentes que participaron de la sesión, aseguraron que la agricultura industrial utiliza entre un 70 y 80 por ciento de la tierra y del agua, y solo alimenta el 30 por ciento de la población global; mientras que la agricultura de pequeña escala alimenta al 70 por ciento de la población y utiliza el 30 por ciento de esos recursos, motivo por el que se debe pensar en la inversión a pequeños agricultores.
Para finalizar, propusieron herramientas para desarrollar proyectos y una estrategia nacional de financiamiento climático que incluyen energías renovables, transportes sostenibles, dentro de los cuales se contemplan el proyecto del Metro de la 80; y la implementación vehículos eléctricos, para garantizar avances en materia económica y socio ambiental.